Como todos sabemos el tabaco junto a el humo es una de las adicciones más frecuentes en España. Según la plataforma de gráficos y estadísticas Epdata el 22% de la población en España afirma fumar a diario. Otro de los datos preocupantes es que la cifra de personas mayores de quince años que afirma fumar a diario asciende en España a alrededor de 8,6 millones de personas. Esta dependencia a la nicotina puede provocarnos enfermedades mortales, pero no solo nos afecta a nosotros sino a la gente de alrededor. En este artículo vamos a explicar cómo le afecta a mi hijo que yo fume.
El humo de segunda mano es aquel que respiran aquellos hijos de los fumadores. Este tipo de humo puede ser especialmente nocivo para la salud de los hijos ya que sus pulmones aún se encuentran en desarrollo. Hay que ser conscientes que si fumamos donde están sus hijos o si ellos están expuestos a otros lugares donde hay gente fumando es recomendable evitar ese tipo de situaciones.
En EEUU se ha demostrado que el humo también puede desencadenar enfermedades a aquellas personas que reciben humo de segunda mano, enfermedades como el cáncer de pulmón y miles de más enfermedades del corazón.
Y es que el humo de segunda mano se encuentra en la mayoría de los lugares. Los sitios más frecuentes son:
Si una embarazada fuma también está poniendo en peligro a su bebé. Esto puede provocar peligrosas situaciones como son las siguientes:
Para evitar estos escenarios es muy aconsejable que la embarazada deje de fumar durante su embarazo y que además no se exponga al humo de segunda mano, ya que como hemos mencionado este tipo de humo afecta a personas no fumadoras, concretamente a los niños que son más vulnerables.
Los niños al ser un grupo más sensible corren un mayor riesgo de contraer problemas de salud a partir de recibir humo de segunda mano. Los hijos que aspiran humo de segunda mano pueden sufrir las siguientes enfermedades:
Además está comprobado que los hijos de fumadores tosen, sufren de sibilancias y respiran con más dificultad y les cuesta más recuperarse de los resfriados. El humo de segunda mano puede causar otros síntomas, que incluyen congestión nasal, dolor de cabeza, dolor de garganta, irritación de los ojos y ronquera.
Los niños con asma son especialmente sensibles al humo de segunda mano. Este puede causar más ataques de asma, los cuales pueden ser más graves y requieren hospitalización.
Así que los padres deben hacer todo lo posible para mantener a sus hijos alejados de los fumadores y del humo de segunda mano y por tanto crear entornos libres de humo. Aconsejamos a aquellos padres que fuman que lo dejen tanto por su salud como por la salud de sus niños.
No dejamos que las adicciones de los adultos afecten a los niños, la adicción a las tecnologías y al tabaco son las más frecuentes en España y estas dañan más a nuestros hijos de lo que pensamos. Por tanto vamos a frenarlas a tiempo, hay que dar buen ejemplo a los más pequeños.
¡Haga de su hogar un lugar libre de adicciones!
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