Los niños tienen diferentes procesos de maduración, y de aprendizaje a la hora de leer y escribir, y nos lo demuestran en las primeras etapas de su desarrollo, es por ello que valoramos la adquisición de algunos ítems del desarrollo con márgenes amplios, un niño puede deambular de forma autónoma desde los 9 hasta los 18 meses, considerándose toda la franja dentro de la normalidad.
Lo mismo nos ocurre con el aprendizaje de la lectoescritura, nos encontramos con niños que presenta un nivel de maduración de los procesos mentales previos a la lectoescritura en edades más tempranas, siendo capaces de leer y escribir en la etapa de educación infantil.
En ocasiones nos encontramos con niños que no tienen adquiridos los previos necesarios para ejecutar los procesos mentales que intervienen en la lectoescritura, ya que algunos de ellos se adquieren de forma definitiva en edades posteriores. Es el caso de la LATERALIDAD, que tiene un proceso de maduración que puede llegar a los 6-7 años o la adquisición del LENGUAJE ORAL, que presenta los últimos fonemas (Ej: /r/) entre los 5-6 años. Ambos son previos necesarios para una correcta maduración de la lectoescritura.
Durante la etapa de Educación Infantil, los pequeños deberían adquirir unos previos sólidos, que le permitan alcanzar la lectoescritura desde su propia maduración.
Hablamos de dificultades en la lectoescritura, cuando un niño ha sido estimulado en los procesos previos de forma correcta, no cuenta con otras dificultades cognitivas, de lenguaje o asociadas a la parte emocional y sin embargo no alcanza la lectoescritura pasados los 6-7 años o presenta problemas persistentes en el reconocimiento de algunas letras, inversiones, omisiones, adiciones, separaciones o uniones incorrectas entre palabras pasados los 7-8 años, es decir, una vez finalizado el primer ciclo de EPO.
Para conocer más información y saber más sobre estos tipos de trastornos. El centro de logopedia infantil en Córdoba, Centro Educo, estará a tu disposición.
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