La disfagia es el término técnico para describir el síntoma consistente en dificultad para la deglución (problemas para tragar) de sólidos y/o líquidos, producida por la alteración anatómica o funcional de las diversas estructuras que intervienen en la deglución. La higiene bucal en la disfagia hará que las consecuencias de esta sean menos graves.
Este síntoma puede estar presente en diferentes patologías, pero también puede producirse como secuela de tratamientos de enfermedades que afectan a las áreas implicadas en el mecanismo de la deglución.
La disfagia, afecta sobre todo a personas mayores y sus complicaciones son comunes y graves aumentando la morbilidad y mortalidad de los pacientes que la padecen. Uno de las complicaciones más graves que podemos encontrar es la de la neumonía por aspiración, que sucede cuando a las vías respiratorias pasa material orofaríngeo que contienen microorganismos patógenos que pueden provocar el desarrollo de la infección pulmonar.
La existencia de infección oral como caries, gingivitis o periodontitis y la deficiente higiene de la boca, son factores que favorecen la aparición de las secreciones orofaríngeas por gérmenes patógenos que, si se produce aspiración, pueden colonizar el árbol traqueo-bronquial y los pulmones.
Por esto es muy importante establecer un programa de pautas de higiene oral individualizadas que atienda de forma especial a la persona que padece disfagia, para disminuir las consecuencias producidas por este problema.
Adecuar la técnica de cepillado a su destreza.
Insistir en el tiempo mínimo de cepillado, cuidado del cepillo y calidades más recomendables.
Facilitar su higiene interdental con el uso del elemento más adecuado.
Explicarles la importancia de la higiene de la lengua, paladar y mucosas.
Enseñar las pautas para mantener higiénicas sus prótesis.
Asesorarles en todos aquellos apoyos técnicos que les ayuden a que su higiene sea más eficaz.
Pautar la indicación de productos químicos como colutorios y pastas para la prevención de patología y mejora de situaciones como la xerostomía, halitosis, sensibilidad, etc..
Para los pacientes no colaboradores es imprescindible el trabajo de concienciación y formación del entorno asistencial y familiar, ya que, son los responsables de asumir estas tareas.
Deben conocer las posiciones de seguridad tanto del paciente como del operador, para el abordaje seguro y realización de la higiene de forma eficaz.
Enseñarles el manejo de todos los aspectos indicados para el paciente colaborador adaptados a cada situación.
Información de los dispositivos actuales, como pueden ser los cepillos eléctricos, cepillos con diseños especiales o con sistema de aspiración, que dan solución a diferentes situaciones.
Es por esto, que no debemos olvidar nunca la importancia de una buena higiene bucal en la disfagia.
Si deseas informarte y conocer nuestras últimas noticias, no dudes en seguirnos en nuestras redes sociales Facebook y Twitter.
WhatsApp us