Es habitual ver peques de dos y tres años con chupete. Pensamos que es un hecho normal e incluso necesario que un niño de esa edad aún deba usarlo. Damos por hecho que el propio niño marcará el final de esa etapa, sin embargo, muchos de estos pensamientos, lejos de favorecer al menor, en ocasiones le perjudican.
Vamos a intentar resolver algunas dudas que siempre acompañan al uso del chupete.
¿Cuáles son sus ventajas?
- Succión no nutritiva: es la succión que todos los bebés hacen simplemente por placer y les ayuda a calmarse. El chupete ayuda a fomentar este tipo de succión, tan beneficiosa para el bebé, sobre todo el primer año de vida.
- Su efecto tranquilizador: cuando tienen cólicos o algún tipo de molestia, succionar el chupete les alivia y produce un efecto placentero ya que ayuda a descargar tensiones.
- Estimular el reflejo de succión en el recién nacido prematuro: el chupete ayuda a estimular este tipo de reflejo en bebés prematuros .
Por tanto, durante el primer año de vida, el chupete cumple funciones muy importantes para el bebé.
¿Qué pasa después del primer año vida?
Después del primer año de vida, comienzan a aparecer las primeras palabras. Un hecho importantísimo en el desarrollo lingüístico del niño, es por esto que desde los 12 a los 24 meses, el uso del chupete debe verse disminuido considerablemente ya que cuanto más tiempo pase con él puesto, menos ocasiones para hablar y experimentar el habla tendrá nuestro hijo.
Por tanto, entre el primer y el segundo año de vida el uso del chupete debe ir restringiéndose hasta desaparecer por completo. Prolongar su uso más allá del año y medio ya no beneficia al niño sino que puede traer muchas desventajas.
¿Cuáles son las desventajas del chupete?
- Fomenta la respiración bucal: los peques que prolongan el uso del chupete más allá de los dos años tienden a acostumbrarse a tener la boca siempre en la posición que el chupete la deja, es decir, lengua baja, hacia delante y boca abierta, con lo cuál, van a tender a respirar por la boca, lo que conlleva más probabilidad de catarros e infecciones de garganta.
- Malformaciones dentarias y mordida abierta: otra de las desventajas del uso del chupete prolongado es que puede favorecer la aparición de malformaciones dentarias por el empuje que se hace al succionar de los dientes hacia delante, y por otro lado, la mordida abierta, que es un espacio que se crea entre los dientes superiores e inferiores, que no debe existir en un desarrollo normal, pero que puede aparecer por el constante uso del chupete más allá de los dos años.
- Hipotonia orofacial y babeo: el niño puede presente un bajo tono de la musculatura bucofacial (labios, lengua, mofletes). Este bajo tono unido a la predisposición de mantener la boca abierta puede favorece el babeo.
- Limitación de los actos de habla: por último y no por ello la menos importante, tal y como hemos mencionado antes, el uso prolongado del chupete provoca que existan menos ocasiones para poder hablar. Por tanto, puede favorecer un desarrollo del lenguaje algo más tardío o inmaduro.
Por tanto, el chupete tiene su momento en el desarrollo del niño en el que nos aporta grandes beneficios, si abusamos y alargamos ese momento, al final nos toparemos con muchas desventajas.
Más allá del año y medio no tiene ninguna función en el desarrollo del niño y es el momento de retirarlo.
Alargarlo en el tiempo no hará que el niño, en un momento dado, deje de usarlo por sí solo sino que provocará una mayor dependencia del chupete y como consecuencia, que su retirada sea cada vez más difícil.
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Cecilia Sojo Pizarro – Logopeda – Centro Educo | Centro de Atención Especializada