La familia juega un papel de real importancia en la tarea de educar a los niños, y es vital que respetemos la importancia de educar en la igualdad. Como padres, tenemos una gran influencia en la crianza de nuestros hijos, de tal manera que, gracias a los padres los niños van asimilando la información que se transmite, y comienzan a formar parte de su forma de ser y de ver la vida.

Para la educación en igualdad, los mensajes deben alejarse de estereotipos como «los niños no lloran», «las mujeres son delicadas», «los hombres no deben expresar sus sentimientos» o “ese juguete es de niña”. El objetivo de las familias es enseñarle a comportarse de acuerdo con los valores y normas socioculturales, y educar a los niños a respetar a los demás desde una edad temprana, por supuesto también con la ayuda de la escuela.

Las normas sociales comienzan con nosotros mismos, por lo que primero debemos etiquetarlas. La educación para el respeto y la igualdad entre todas las personas y entre géneros pretende eliminar la educación sexista de niños y niñas. Pero aún queda mucho por hacer en cuanto a la forma de educar en la igualdad y conseguir vivir en una sociedad justa e igualitaria. 

La importancia de educar en la igualdad: La educación infiltrada 

Ocurre en muchas ocasiones que el no educar a los niños en la igualdad va de una generación a otra, ya que se transmiten tradiciones, costumbres y roles que podemos clasificar como machistas y sexistas. 

Debido a estos roles impuestos por la tradición, cuando los hijos e hijas se dan cuenta de que no existe igualdad entre hermanos, es posible que no puedan aprender a hacer lo básico para funcionar de manera independiente y adopten una actitud rebelde. Por ejemplo: «Como la niña es María, ella ayuda a poner la mesa, mientras que el niño Pedro no lo hace».

Aunque los padres y las madres puedan tener influencia sobre sus hijos, eso no significa que se conviertan en adultos machistas. Todos tienen la libertad y la sabiduría para comprender estas enseñanzas y aplicarlas a sus propias vidas, o para hacer los cambios que necesitan.

En estos casos, el problema comienza cuando el padre o la madre se ha criado en un hogar donde la importancia de educar en la igualdad no existía y por tanto han adoptado un ambiente varonil y machista y es por eso que son incapaces de comprender las responsabilidades de la familia y la capacidad de compartir las tareas del hogar.

Cómo educar en la igualdad 

Algunos claves fundamentales de la importancia de educar en la igualdad son: 

• Reforzar y animar lo positivo de los niños y niñas. 
• No hacer “etiquetas” destructivas y sexistas. Este lenguaje negativo da lugar a que los niños y niñas se sientan con poca seguridad, aumento de la culpabilidad y baja autoestima.
• Aceptar que cada hijo o hija es diferente, permitiéndoles ser quienes ellos quieran ser. 
• La importancia de educar en la igualdad se puede transmitir a través de referentes que la fomenten.
• Poner límites con respeto. Esto quiere decir, que lo hagamos sin gritos ni de manera desproporcionada. Poner límites a conductas violentas valorando sus aportaciones y pensamientos.
• En cuanto a los estereotipos del hogar: se deben enseñar las tareas a los hijos y a las hijas y rotarlas entre todos los miembros de la familia. 
• Apoyar y animar a los pequeños para que desarrollen sus propios talentos. 
• Educar desde el amor, la creatividad, la paciencia, la igualdad y desde la madurez y dejar de lado la educación autoritaria y caprichosa. 

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